Pero al hacernos mayores esa curiosidad parece que desaparece y la realidad lo invade todo. Olvidamos al niño y a la niña que llevamos en nuestro interior y la fantasía queda desdibujada.
Espero que en este blog podamos volver a escuchar a esos niños que gritan dentro de nosotros para volver a esos mundos perdidos.